Dicen que los vascos son emprendedores por naturaleza. Desde luego, es una definición que casa perfectamente con Eneko Knörr, un vitoriano que trabaja en Silicon Valley y lleva los genes de la aventura empresarial en su ADN. Su bisabuelo alemán llegó al País Vasco y montó ("como buen alemán", cuenta en una entrevista para Nexo) un negocio de cerveza pionero en la región. Aquella fábrica, As, luego se convirtió en una empresa de refrescos cuya marca todavía hoy pervive: Kas. Desde luego, Eneko tenía que seguir con la saga. Y lo hizo.
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