Ser emprendedor o no ser emprendedor. Un dilema al que muchos se han enfrentado, y se enfrentan, desde hace varios años, fruto de la crisis que envuelve al país. Y es que, la escasez de oportunidades hace que el ingenio deba agudizarse, o lo que es lo mismo, que haya que buscar una manera lícita de ganarse el pan. Y la mejor ha sido, hasta la fecha, crearse una compañía propia y convertirse en empresario. Sin embargo, no siempre es una aventura con final feliz. Por eso, y siempre bajo el paraguas del humor que tan bien nos define, hemos querido abrir esta puerta de cara a arrojar un poquito más de luz al respecto.
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