Emprender ha sido, durante los últimos años, la única salida para muchas personas a la hora de abrirse un hueco en el mercado laboral. La crisis económica, el cierre de numerosas empresas y los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de otras han obligado a muchos profesionales a lanzarse a la carrera del emprendimiento por pura necesidad. Sin embargo, y con una recuperación económica ya en ciernes, esta realidad ha cambiado radicalmente. En la actualidad, la razón principal que mueve a los emprendedores tecnológicos a crear sus «star-tups» es la de innovar y desarrollar un proyecto propio que cubra alguna necesidad desatendida por el mercado. Según el estudio «Retos y Tendencias en el Ecosistema de Emprendimiento de Base Tecnológica en 2015», elaborado por la aceleradora Top Seeds Lab, un 60% de los encuestados confiesa que la inquietud por desarrollar un proyecto personal ha sido su razón principal para poner en marcha sus negocios, mientras que no hay ningún encuestado que haya optado por emprender exclusivamente por necesidad profesional. «El perfil está evolucionando.
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