La crisis económica que ha azotado con dureza la economía española y que ha transformado radicalmente el entorno de las empresas no ha podido, sin embargo, hacer mella en el espíritu de los emprendedores. “La motivación para emprender no está determinada por un problema coyuntural relacionado con la crisis”, asegura Carlos Alberto Pérez, director del máster en Dirección de Personas y Desarrollo Organizativo del Esic.
A su juicio, las razones que empujan a las personas a crear su propio negocio están más relacionadas con un sentimiento de realización personal que con los abatares económicos y financieros del momento. “Las razones básicas para que las personas se decidan a emprender están relacionadas con una idea de autorrealización, de llevar a cabo su deseo personal”, subraya Pérez. Según los datos del Esic, recopilados entre sus propios estudiantes, un 84,6% de los alumnos de márketing de la escuela de negocios dice sentirse motivado a emprender, pese a las negativas perspectivas que se ciernen sobre la economía. “Se trata de una conclusión interesante porque si el deseo de emprender dependiera del contexto económico, éste desaparecería en el momento en que la economía mejorase. De este modo, el emprendimiento está garantizado”, destaca el experto del Esic
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