Autónomos y emprendedores. Esas son dos de las palabras más utilizadas por el Gobierno en esta legislatura. Y es que el Ejecutivo ha visto en el trabajo por cuenta propia y la capacidad de iniciar un negocio parte de las soluciones para lograr reducir las elevadas tasas de paro de España -todavía las más altas de la UE sólo superadas por las griegas-. Entre la batería legislativa para impulsar esta modalidad laboral destaca la Ley de Fomento del Trabajo Autónomo que entró en vigor este sábado. Su objetivo es incentivar el autoempleo entre los parados. Para ello la normativa contempla, entre otras cosas, que se pueda compaginar durante un máximo de nueve meses la prestación por desempleo con el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), una posibilidad que hasta ahora estaba reservada a los menores de 30 años.
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