Ahora, suponiendo el caso que el envión inicial ya se encuentra funcionando a la perfección y los primeros prospects ya manifiestan su satisfacción con la elección de nuestro emprendimiento, llega un punto crucial en la toma de decisiones, que por más sencillo que parezca puede determinar el éxito o fracaso de la startup: La contratación de los primeros empleados.
A medida que el negocio se solidifica y se expande, el proyecto que comenzó con las energías mancomunadas de un grupo de amigos, una pareja o socios desborda los límites de unas pocas personas, y es necesario ampliar el personal debido a los tiempos estrictos de entregas, las reuniones y la ejecución de tareas en los diferentes niveles empresariales.
En un mundo competitivo, saturado de información y que tiende a segmentar los conocimientos en áreas especificas para lograr profesionales expertos que dominen su rol de manera excelente, pareciese una odisea titánica elegir los nuevos empleados que se sumarán al negocio para aunar fuerza en pos de su éxito.
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