He leído, y escuchado, de algunos que consideran que han triunfado con sus empresas, que ha sido la diferenciación de su producto o servicio lo que les ha hecho llegar donde están.
Otros dicen que sus éxitos se deben a la implementación de estrategias novedosas y creativas. Otros tantos que ha sido el equipo que les rodea lo que ha impulsado sus negocios. Lo cierto es que, en mi caso, ninguno de esos tres aspectos ha sido imprescindible para crear un negocio escalable y rentable.
Aunque mis servicios sí que tienen rasgos distintivos que los hacen únicos, la diferenciación no ha sido uno de los pilares que me ha permitido crear una empresa próspera.
Tampoco lo ha sido la implementación de estrategias súper innovadoras y creativas, ni el equipo con el que trabajo. Y no me malinterpretes: éstos son parte importante de la ecuación, pero no imprescindibles para conseguir crear un negocio escalable y rentable.
Después de años trabajando con autónomos y pequeños empresarios, así como diseñando y perfilando mi propia metodología, puedo decirte que hay un patrón que se repite sistemáticamente en los propietarios/gerentes/autónomos/emprendedores exitosos con los que he trabajado.
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