¡Cómo disfruto cuando veo que las nuevas generaciones asumen la
opción de emprender como algo totalmente válido para buscar su
desarrollo! Cada trabajo que realizo siempre me aporta algo novedoso o
que me llama la atención, y en esta ocasión, este joven me planteó de
golpe la siguiente reflexión después de su introducción: “bueno,
cuéntame cómo ves; no te cortes por favor en nada, ni en lo bueno ni en
lo malo”. Y digo que me impactó su frase porque no me quedó más remedio
que decirle que sus virtudes eran sus grandes enemigos. Me explico.
En primer lugar, lo que rápidamente captó mi interés fue el observar
lo claros que tiene sus objetivos a largo plazo. Y, al mismo tiempo, me
sorprendió este detalle por la juventud de este emprendedor. Ya puedo
adelantar que un factor común que he observado en emprendedores de éxito
es que pueden visualizar, con gran facilidad, lo que quieren alcanzar a
futuro. Y en el caso de este joven, aquí tiene un punto ya ganado en
esta carrera de emprender.
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