Es común que un emprendedor considere su idea algo único y tema que otros se la copien. No obstante, es la ejecución de esa visión y la adaptación al mercado lo que determinará si una 'start up' tiene éxito.
En la era digital, el secretismo y la desconfianza no tienen cabida. El mundo avanza a tal velocidad que sólo aquel capaz de escuchar, de compartir y de integrar ese feedback en su producto logrará su propósito. Desde el mismo momento eureka, los expertos recomiendan hablar de esa idea con los demás. De esas primeras conversaciones puedes extraer información muy útil sobre qué necesita tu público objetivo, o cuánto estaría dispuesto a pagar por un producto como el que propones.
El miedo a que otros copien tu gran idea, no obstante, provoca que muchos emprendedores se cierren en banda, en especial a la hora de reunirse con un potencial inversor. "No nos negamos a firmar acuerdos de confidencialidad (propiamente denominados NDA, o non-disclosure agreement), no nos cuesta nada hacerlo. Pero que un emprendedor que nos exija firmar uno de esos documentos durante la primera reunión no suele ser buena señal", comenta Yolanda Pérez, directora de BStartup, la iniciativa de apoyo a start up de Banco Sabadell.
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