Todos los que hemos pasado del papel de nuestro proyecto a la realidad, nos hemos encontrado con una clave vital: llenar los ceros de la puesta en marcha de nuestro negocio.
Sólo cuando llevas un tiempo funcionando te percatas de que la mejor financiación es la que no necesitas, salvo con un "pero" importante: las condiciones de financiación y el acceso al crédito.
Empecemos por este último, lo primero que pensamos es: ¿Quién nos va a dar lo que necesitamos? Familia, amigos y nuevas vías de financiación frente a las entidades de crédito. Es aquí cuando pensamos en las condiciones: que me exigen y como cumplo. Aquí sabemos que familia y amigos son los más flexibles, sin embargo, por la actual situación es importante tener en cuenta no sólo la devolución, sino que no se vean afectados por responsabilidades que nuestra inversión pueda acarrearles.
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